"... Quien dice que no hay querencia
que le pregunte a la ausencia..."
(Por el camino, José
González Castillo).
Regreso. Dicen que el mejor
camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible. Pero siempre
queda el recuerdo, buen camino por el que transitar. El recuerdo que nos
permite regresar sin estar, caminar sin olvidar lo transitado, volver a
cualquier parte donde nos sentimos cómodos, o no. Reencontrarnos con los que
queríamos y queremos, volver a escribir en un foro donde ustedes me nutrían y
espero que me nutran de nuevo. Vuelvo porque muchos amigos y muchas amigas me
han preguntado por mi blog. Y el tiempo no me ha sido fácil, como ustedes
saben, en los últimos meses, pero ahora la ausencia me hace que el tiempo sea
mayor, aunque no mejor, porque el regreso significa también una ausencia
infinita de quien ocupaba mi tiempo para el regreso. Sensible a la ausencia,
planeaba este regreso, aunque esperaba que fuera más tarde, porque aquella que
ahora está ausencia me lo impidiera durante más tiempo. Pero una no dispone las
reglas de la naturaleza, pese a que siempre una piensa que la naturaleza va a
hacer excepciones, y, cómo no, ilusa hasta la muerte, una siempre piensa que la excepción va a hacerla con una. Y
ahora, que cada noche sueño con el cariño ausente, que cada mañana despierto triste
y desengañada y revuelvo la cama para ver si algún pedazo de sueño se ha quedado
enganchado entre las cobijas, regreso a ustedes, que han sido mi consuelo en el
transcurso, y que han sido mi apoyo en la distancia. Dicen que no es posible
regresar a ninguna parte porque los puntos de partida no se quedan quietos y a
la vuelta ya no están. Pero yo los buscaré donde quiera que estén, y espero que
ustedes también, aunque se hayan movido, aún conserven el huequecito de red que
siempre confié que guardarían para estas entradas diarias de blog. Dicen que
nadie ha efectuado nunca jamás un verdadero regreso y que quien lo consiga cumplirá la hazaña más grande de la
historia. Y yo digo que sólo no lo han conseguido porque no han tenido
verdaderos cómplices en el empeño. Complicidad que espero conseguir de ustedes
por el cariño que todos y todas pusimos en los tres años largos que duró
nuestra vinculación por medio de este blog. Porque yo no quiero olvidar lo que
hemos sido ustedes y yo y quiero contar, de nuevo, con ustedes, para darle vida
a este trozo de red donde tanto compartimos. Gracias por seguir ahí.